El Papa Francisco está
subrayando constantemente que la tarea inmensa que tiene la Iglesia por delante
–es decir, la gran tarea que tenemos todos por delante- sólo es posible con una gran humildad y con
mucha oración, para dejarle al Señor que realmente sea Él quien actúe.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) October 1, 2013Sin verdadera oración no haremos nada: sólo estorbar la acción del Espíritu Santo.
A este propósito quiero recordar unas palabras de Benedicto XVI acerca de los nuevos medios para comunicación: existen redes sociales que, en el ambiente digital, ofrecen al hombre de hoy ocasiones para orar, meditar y compartir la Palabra de Dios.
Y como el bien
es difusivo de por sí, os invito a descargar de Play Store una formidable
aplicación gratuita llamada RezaEnMetro (=rezar en el Metro). Con ella podréis oir en audio una meditación
diaria predicada por un sacerdote. Ya no
vale la excusa de que “tengo mucho trabajo, estoy demasiado ocupado, para
dedicar un rato cada día al recogimiento interior, para oír la Palabra de Dios,
para orar”. No vale esa excusa porque en medio del ajetreo diario, en el Metro,
en un autobús, por la calle, en una sala de espera, con los casquitos puestos,
podrás aislarte externamente y hacer un
rato de oración.
J. S.
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